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Tras graduarnos en un máster o postgrado para ser digital marketers, conseguir unas prácticas en una agencia de marketing es un reto lleno de oportunidades. Las ventajas son innumerables: experiencia, primer sueldo, contacto con el mundo laboral, adquisición de habilidades personales y profesionales, red de conocidos o posibilidades de contratación.
Unas prácticas abren una gran variedad de opciones. Sacarles el máximo rendimiento depende, en muchas ocasiones, de nuestra capacidad para hacer frente a los desafíos que se colocan ante nosotros.
En primer lugar, las prácticas nos posibilitan desarrollar los conocimientos adquiridos y sumar nuevas competencias específicas. Pasamos a utilizar programas y aplicaciones de manera diaria, podemos participar en la planificación y desarrollo de planes de marketing, campañas, análisis de datos, infografías, diseño o estrategias de posicionamiento seo o sem.
Los contratos en prácticas son un puente al mercado de laboral ordinario. Esta modalidad de contratación implica que el trabajador debe desarrollar tareas en el ámbito profesional para el que ha estudiado. Además, hay ocasiones en que nos renuevan y tenemos la opción de quedarnos con un contrato temporal o indefinido y una mayor remuneración.
Al formar parte del equipo de recursos humanos de una empresa, conseguimos ampliar nuestra red de contactos profesionales. Las conexiones que hagamos en este periodo pueden dar lugar a relaciones laborales fructíferas, cartas de recomendación o nuevos contactos que nos favorezcan en el futuro.
Nos sirven para ganar confianza en nosotros mismos y ver que somos capaces de desarrollar las tareas que se nos piden. Aprenderemos competencias como analizar y entender mejor las fuerzas de mercado y el trabajo en equipo. Todo esto es un plus en nuestro currículum.
En definitiva, las prácticas en una agencia de marketing son una oportunidad inmejorable de inserción laboral para quienes finalizan sus estudios de grado o postgrado.
